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ArcelorMittal anuncia otra inversión en Avilés, pero avisa de que hay talleres de Gijón en pérdidas

Saturday, September 30, 2017

La modernización de la acería se completará en 2019 con 100 millones, para llegar al sector eólico y al naval Temor sindical a nuevos ajustes en las plantas de largos


ArcelorMittal dio ayer una de cal y otra de arena a propósito de la situación de las plantas asturianas. La siderúrgica comunicó a los sindicatos que la cúpula multinacional dado luz verde a la segunda fase de modernización de la acería de Avilés. Los trabajos, con un coste estimado en 100 millones de euros, consistirán en sustituir una de las dos máquinas de colada continua del taller -la otra ya se sustituyó en la primera fase de los trabajos en 2016- por otra capaz de fabricar acero con mayor espesor y anchura, lo que le permitirá reforzar las ventas destinadas a la energía eólica marina ('offshore') y a la construcción naval.

Junto al anuncio de la ansiada inversión, José Manuel Arias, jefe de división de Arcelor en el Suroeste de Europa, y Oswaldo Suárez, director general de la multinacional en el Principado, también transmitieron a los representantes sindicales que los talleres de productos largos (carril y alambrón), ubicados en Gijón, llevan todo el año en pérdidas y que las perspectivas a corto plazo no son favorables. Las centrales temen que este resultado conduzca a nuevos ajustes y recortes durante las próximas semanas.

Volviendo a la acería, las obras de esta segunda ampliación se pondrán en marcha en el último trimestre de 2019, coincidiendo con la puesta en marcha de las nuevas baterías de coque de Gijón. La multinacional no reveló la cantidad exacta de dinero que invertirá, aunque algunas fuentes apuntaron que la cifra podría rondar los cien millones de euros. Se preservará el actual molde curvo de la máquina, clave para la producción de acero destinado a torres eólicas marinas y a la construcción de grandes buques.

Fuentes de la siderúrgica aseguraron que los trabajos serán muy similares a los de la primera fase. Al igual que entonces, se cambiarán el anillo y la vasija de la máquina y dos de las vigas carrileras de taller (en la primera fase se aprovechó para reemplazar 16). Todo ello obligará a parar totalmente la actividad de la acería, el pulmón de Arcelor en Asturias, durante varias semanas.

Esta segunda fase de trabajos en la acería pondrá la guinda a la vorágine de obras que la multinacional emprendió en sus instalaciones asturianas desde el año pasado y que incluyeron sustanciales inversiones en talleres claves como el tren de carril, el de alambrón o las baterías de coque. Tales inversiones, reconocía ayer algún sindicalista, está levantando resquemor entre los siderúrgicos de otras plantas del grupo, incluidas las de España. El propio Oswaldo Suárez utilizó durante la reunión ese argumento para resaltar el valor de la inversión en la acería de Avilés. Aseguró, según los presentes, que mientras en el resto del país el grupo está cerrando plantas, en Asturias se está haciendo una apuesta decidida por mantener y mejorar la actividad.

A pesar de esa apuesta, los talleres de productos largos no están pasando por su mejor momento. Todo lo contrario. Los aceros de ese formato que se fabrican en Asturias llevan un año perdiendo dinero y la perspectiva es que sigan haciéndolo durante lo que resta de 2017 y, con bastante probabilidad, durante los primeros meses del año que viene. La empresa achacó el escape a un tema coyuntural. Fuentes de la siderúrgica aseguraron que la mala situación de estos talleres tiene que ver con los precios de las materias primas que se utilizan para la producción del arrabio (principalmente el carbón de coque). No obstante, en la reunión la dirección le aseguró que habría que profundizar en los planes de mejora de la productividad.

Fuente: Diario La Nueva España, 29/09/2017